Me encantan la tortilla de patatas, las patatas fritas, las patatas
rellenas y hasta el puré de patata, pero algo se me remueve en la boca
del estómago cuando alguien pronuncia esa palabra, patata, como metáfora
de alguna parte del cuerpo. Imagino que lo hacen por que no se les
ocurre otro tubérculo más sucio, vulgar e informe.
Princesa, ¿te has lavado bien la patata?, una madre a su hija interesándose por su higiene íntima.
Saltar
a la comba es muy bueno para la patata, un entrenador a una chica del
gimnasio. Aparentemente, se refiere a los beneficios cardiovasculares de
ese ejercicio. Pero también puede que no.
Por lo que
más quieran, destierren de una vez por todas el uso metafórico de las
patatas. Si se quieren poner poéticos, ahí tienen frutas como fresones y
melocotones, mucho más sugerentes. Y dejen a las pobres patatas donde les corresponde: en el plato.
15/6/17
9/6/17
Noticias enlazadas I
Tras informar sobre la detención de un pederasta británico que poseía ingentes cantidades de fotos de menores, va el presentador y suelta: "Hablando de niños, que ninguno se quede sin su razón diaria de leche".
Por supuesto, se refería a la puesta en marcha de una campaña benéfica contra la malnutrición.
A lo mejor es cosa mía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)