17/2/21

Pobreza

La pobreza de antes era pobre hasta en adjetivos. La pobreza era una y grande, una inmensa manta raída capaz de cubrir a todos los pobres del mundo. La de hoy, sin embargo, ha caído, como tantas otras cosas, en las redes de la fragmentación y del marketing. Ya no es una manta, sino un patchwork: tenemos pobreza energética,  pobreza infantil,  pobreza cultural, pobreza tecnológica y hasta pobreza menstrual, según he oído estas últimas semanas. Tenemos pobreza para todos los gustos, de modo que ya cualquiera podrá ser pobre en algo, incluida la élite socioeconómica, que no querrá privarse ni de eso y pronto lucirá también con orgullo su parcelita de miseria,  aunque sea de pobreza en escrúpulos. Me pregunto si la acumulación de pobrezas hará al pobre que las posee todas más o menos pobre que antes.

1/2/21

Reincidencia

Hacía mucho tiempo que no robaba nada, puede que décadas, pero el otro día fui al Lidl con prisa y prescindí de carro o de cesta para ir más rápido y, también, para contener el impulso de compra, que debía limitarse quisiera o no a lo que eran capaces de abarcar mis brazos. Sin embargo, de camino a la caja, al ver que peligraban las botellas de vino y el frasco de miel, pues cargaba además con una colección de tuppers, una barra de pan, uno gofres holandeses y unas tabletas de chocolate, opté por guardarme estas últimas en el bolsillo trasero del pantalón. Solo recordé que seguían ahí al cruzar el arco de salida y oír la alarma, pero ya era demasiado tarde, y seguí, seguí caminando con mi formidable botín,  mis dos lingotes de chocolate con almendras.