-Yo veo un renacer, eso sí
que lo veo.
-¿Un renacer?
-Sí,
sí. Ahora mismo tenéis los dos un sentimiento muy bonito .
-Sí,
la verdad es que estamos muy a gusto, pero claro…¿Tú ves que volvamos a estar
juntos pronto?
-¿Pronto?
Bueno, es que las cosas de la vida tienen sus tiempos, ¿sabes?
-Ya,
sí, claro. O sea, nosotros estamos muy bien, pero no sé qué piensas tú, ¿ves
una fecha de regreso?
-¿Una
fecha? A ver, te lo puedo mirar más o menos. Inmediato no va a ser, porque sí
que veo un impedimento muy grande, que es la otra persona.
-Claro,
la otra persona lo frena, ¿no?
-Sí,
sí, lo está frenando. Pero eso tú te lo imaginabas, ¿no?
-Sí,
claro, yo sé que esta persona pues tiene una tía y una prima, pero que en
general no se ven, o sea que está más sola que la una, y claro, yo creo que él
no la quiere dejar así de cualquier manera.
-Efectivamente.
Mira, él es un caballero, y no la va a dejar hasta no estar seguro de que ella
puede seguir su vida, ¿entiendes?
-Claro,
ya. Además como no gana mucho, y se le va todo en el alquiler…
-Mira,
tú eso ya lo intuyes, que él es muy generoso y no la va a dejar sola para que
luego no pueda ni mantener su casa.
-Sí,
ya me imagino que eso lo detiene. Y además, como creo que tiene algo de salud…
-Sí,
sí, aquí veo que ella de salud no está bien. Algo en las piernas, un problema
de movilidad.
-Ya,
pero ¿ves una fecha de regreso?
-A
ver… Mira: este año no lo veo.
-¿No?
¿Ni siquiera para finales?
-No,
no. Este año ya no.
-Vaya.
¿Y ves si van a hacer el viaje? Es que creo que planean un viaje por Aragón, y
no sé si lo van a hacer. El año pasado no lo hicieron, al final.
-Sí,
parece que sí. Sí que veo un viaje, sí. Dos personas que se desplazan.
-Lo
que pasa es que me extraña, porque en teoría van a la casa del pueblo de la
familia, y como el padre de ella ya murió y no se lleva muy bien con la tía y
la prima…
-Mira,
el viaje es por un tema de herencia.
-¿De
herencia?
-Sí,
sí. Aquí me sale el fallecimiento de un hombre, y que hay en juego una vivienda
y unas tierras.
-Ah,
pues igual es por el padre, que murió hace poco. Pues eso nos ayudaría, porque
claro, a él creo que le frena el saber que ella no puede mantenerse sola, como
cobra seiscientos euros de pensión… Si ahora hereda algo, quizá él volvería antes,
¿no?
-Sí
que os ayudaría, sí.
-¿Y
qué fecha te sale entonces de vuelta?
-A
ver, pues unos dieciocho meses.
-Uy.
-A
ver, puede ser antes, pero ya ves que hay muchas cosas que lo atan, ahora
mismo.
-Ya,
ya, ya te entiendo. Lo que pasa es que como él tiene setenta y ocho años, pues
claro, me da miedo que le pase algo, y que no lleguemos a estar juntos.
-A
ver, yo creo que tienes que ser paciente, que él volverá. Porque además es que
ella está fatal de salud. Veo las piernas muy pero que muy mal. Tiene un
problema de movilidad muy grande.
-Pero
no será cáncer, ¿no? Porque sé que tuvo cáncer.
-No,
no es cáncer. Vamos, sí que tuvo, pero de momento está superado. De momento.
Ahora lo que tiene mal son los huesos de las piernas. Y es degenerativo,
además.
-Oye,
pero no será que me estás viendo a mí, ¿no? Porque es que yo estoy mal de las
piernas.
-No,
no. Es ella.
-Ah,
es que yo nací con polio, y la verdad es que últimamente las tengo fatal, las
piernas.
--Ya,
ya lo veo en las láminas, pero no, es que ella está mal de verdad.
-¿Y
cómo ves su convivencia? Sexo no, ¿no?
-Mira,
son como compañeros de piso. Pero eso tú ya lo sabes. Ahí no hay nada. Él está
por ti, y está enamorado de ti, pero ahora hay muchos impedimentos y él está
intentando pensar y meditar todo muy bien, porque no ve claro qué hacer. Él
puede ser muy frío, a veces.
-Sí,
sí que es frío a veces. En fin, la verdad es que cuando viene estamos muy bien,
y claro, él no me cuenta nada de ella y yo no le pregunto, porque estamos muy a
gusto. Nos juntamos con los hijos, y cuando se va nos despedimos por la
ventana, y yo todo eso no lo quiero estropear, porque, claro, las veces que le
he preguntado por el futuro, él se pone muy nervioso.
-Es
que él también lo está pasando muy mal, ¿sabes? Mira, las láminas te
recomiendan que seas feliz y vivas el momento.
-Ya.
Rezaré y esperaré. ¿Y me puedes mirar si haré al final el viaje este con mi
amiga?
-Yo
te veo a ti muy inquieta con el viaje, ¿no?
-Sí,
sí que estoy muy inquieta. Es un viaje con una amiga, y yo, con las piernas tal
y como las tengo, no sé, me da miedo ser una carga para ella.
-Ella
es…
-Es
mulata.
-Sí,
eso te iba a decir, que me sale que es de otro país.
-Sí,
es dominicana.
-A
ver, yo el viaje lo veo muy en el aire.
-¿Sí?
O sea que no lo hacemos.
-Cien
por cien seguro, no.
-¿Pero
porque crees que va a salir algo mal?
-Sí.
Algún tipo de percance, o un accidente, quizá una caída.
-¿Mía?
-No,
no, de ella.
-¡Adiós!
Pues sí se cae ella, ya me dirás qué hago yo.
-Claro,
por eso te digo, que es un viaje que quizá no te conviene.
-Pero
no porque ella tenga mala intención ni quiera aprovecharse ni nada, ¿no? Es que
hace un rato hablé con mi hija y al final te deja un poco triste, cómo lo ve
ella todo.
-
A ver, yo a ella no la veo mala, lo que se dice mala, otra cosa es que las
circunstancias la empujen a hacer algo. Pero vamos, vosotras habladlo bien y
tranquilamente, porque te veo con miedo.
-Sí,
es el miedo de salir. Yo es que nunca salí sin mi marido en toda mi vida. Y
ahora con sesenta y ocho años… En fin. ¿Y cómo ves a mi madre? Es que está muy
mayor y sufre de insuficiencia cardíaca.
-Sí,
sí, del corazón, ¿no?
-Sí,
exacto.
-A
ver, yo veo que este verano va a mejorar.
-¿Mejorar?
-Bueno,
no me he expresado bien. No va a empeorar, ¿sabes lo que te digo?
-Claro,
ya te entiendo, que se mantendrá estable, ¿no?
-Sí,
sí, eso es. No va a ir a peor, ¿entiendes? Al menos, de momento. Y además a
ella le gusta el verano.
-Bueno,
supongo que sí, lo que pasa es que últimamente está haciendo un calor que no es
normal, un calor horroroso.
-Tú
no te preocupes, porque la temperatura va a bajar, y las noches serán más
frescas.