31/12/19

1. Urgencia lectora

Con unas 50 páginas por delante para acabar el libro de Herzog y me siento mal por no poder acabarlas a tiempo para que cuadre con el fin de año.

28/12/19

2.La Gracia

Una idea recurrente: los niños de menos de 3 años son graciosos porque de lo contrario no habría padre ni madre que lo aguantara. La gracia compensa en parte los desvelos y los disgustos. Es decir, hablamos de una ventaja evolutiva, lo cual significa que en algún momento de la historia de la humanidad quizá hubo niños feos y sin gracia alguna, pero jamás llegaron a alcanzar la madurez y reproducirse. Muy posiblemente porque sus padres los abandonaron en el bosque.

27/12/19

1.Viaje

Durante un largo viaje en coche, mi hijo se dedica a ver cómo avanzamos en el paisaje, no a través de la ventanilla, sino en la pantalla del GPS. Ahora cruzamos  un río, dice cuando la flechita atraviesa una línea azul. Le diría que mejor mire por la ventana, pero todo está cubierto por una densa niebla. Parecemos un submarino microscópico en un vaso de leche.

23/12/19

2. Felices fiestas

Llevado por un impulso de navideña fraternidad, me he despedido del frutero deseándole que se le den bien las fiestas, y me ha respondido como nadie nunca lo había hecho jamás: Sí, me ha dicho, que pasen rápido, y se acaben pronto.

22/12/19

1. Ritmo

Acabé de manera inesperada en un curso de primeros auxilios en el que un señor con bigote me enseñó la técnica de la reanimación cardiopulmonar, RCP, decía el instructor, que consiste en presionar repetidamente el centro del pecho con el talón de las manos para que siga circulando la sangre de la persona que se halla en parada cardiorespiratoria. Lo importante del asunto es el ritmo. A los niños, me contó, les explicamos que deben hacerlo siguiendo el ritmo de la canción de Bob Esponja. A los mayores, que lo hagan pensando en la Macarena. Pero a mí me gusta más Staying alive, de los Bee Gees. La próxima vez que vean a un enfermero realizando a alguien el RCP, traten de adivinar cuál de las tres canciones suena en su cabeza. La vida es una fiesta.

20/12/19

12. Lluvia

Qué sensación extraña leer a Herzog en Conquista de lo inútil diciendo que llueve, que le gusta el sonido de la lluvia, y escucharla de pronto, a la lluvia,  llamando a tu propia ventana.

19/12/19

11. Estrellas

Todos empezamos siendo estrellas, arrancando vítores y aplausos enfervorecidos al público por comer, por eructar, por sonreír, por cagar, por cantar un villancico.  La fama que podemos alcanzar de adultos es solo un simulacro, un sucedáneo de nuestra verdadera época dorada, imposible de recuperar, perdida para siempre.

18/12/19

10.Look

Con mi gorro de lana, mi abrigo de invierno y mi barba de seis semanas, la crítica femenina me ha comparado sucesivamente con un estibador, un pescador y un vagabundo. Me lo tomaré como un cumplido.

17/12/19

9. Muertes

Antes de nada, que quede claro que en principio estoy a favor de que la gente no muera y siga a lo suyo. En principio. Pero me llaman la atención estos datos y que el fenómeno más grave en volumen de muertes sea justamente el menos mediático y el que menos preocupa al estado y a la sociedad en su conjunto. Cifras aproximadas por año en España:

Víctimas mortales de violencia de género: 60

Homicidios: 300 (incluidos los de violencia de género, claro)

Víctimas mortales en accidentes de tráfico:1.800

Víctimas mortales de suicidio: 3.700

16/12/19

8. Likes

¿Por qué indicar en las redes que algo nos gusta? Solo se me ocurren dos opciones, a saber: primera, queremos que el autor sepa que nos gusta, o crea que nos gusta, su publicación; segunda, queremos captar la atención del resto de la audiencia ciberespecial que pueda andar por esas lares.

Yo cuando le doy al like lo hago de forma un tanto automática y espontánea, sencillamente porque algo me ha gustado, pero creo que ese uso está en declive.

Pronto la tecnología podría limitar los likes a los auténticos likes, analizando la aceleración del pulso, el ensanchamiento de las pupilas o la segregación de endorfina. Las más de las veces serían esos likes, soy consciente de ello, contraproducentes. Supongo que en el fondo no nos interesa la verdad. Y a mí me interesa menos aún el uso calculado o indiscriminado del like, de manera que a menudo me pregunto, si estoy a punto de pulsar el corazoncito, para qué. Para qué.

15/12/19

7.

Impactado por las imágenes de un organismo celular muriendo. Al principio parece una pequeña pompa de jabón, pero cuenta con centenares de cilios remando a toda velocidad. Una parte de la pompa se queda entonces atrás, y no, no es que se esté reproduciendo. El organismo sigue avanzando, huyendo de las furias de la muerte, intenta salir de cuadro, como si eso pudiera salvarle. Parece querer huir y replegarse al mismo tiempo para regenerar su membrana, pero de pronto esta desaparece (quizá con un microplop) y todos los granitos y burbujitas de su interior escapan sin remedio, todo su material desperdigado mientras los cilios se resisten a la evidencia. Y un instante después, solo queda en pantalla un borrón inerte de partículas en el agua. Feliz Navidad.

14/12/19

6.Indio

Fue casualidad que mi hijo pudiera finalmente llevarse uno de los juguetes del mercadillo que organizaban en el colegio, porque para ello tendría que haber entregado alguno suyo unos días antes. Pero un amigo le regaló un ticket y mi hijo pudo recorrer las mesas para que se reflejaran en sus ojos puzles, peluches, pulseras y deportivos en miniatura. Escogió un paquete, aparentemente nuevo, una bolsita con un indio, un vaquero y sendos caballos. Al salir del colegio le invitaron a casa de unos amigos y se llevó consigo el pack del oeste para estrenarlo cuanto antes.  Fue corriendo. Y al dejar sobre una mesa todas las figuras que había en la bolsa, descubrió aterrado que el indio había desaparecido. Se negaba a aceptar la evidencia, la bolsa de plástico estaba rota, y optó por creer que quizá al abrir el paquete el indio había ido a parar debajo de un sofá o entre las ramas de un arbolito de navidad. Cuando fui a recogerlo y me pusieron al corriente, le propuse rehacer el camino para ver si lo encontrábamos, tarea que no fue fácil, pues era un recorrido de unos quince minutos y me vi obligado además a ir moviendo el coche para que no nos quedara tan lejos al finalizar la búsqueda. Hicimos lentos y cabizbajos el itinerario que antes él había hecho corriendo y despreocupado. Y yo, aunque tenía claro que eran pocas las probabilidades de hallarlo, no dejaba de fantasear con ver la punta de una pluma asomando de un bordillo o entre las hojas secas para decirle a mi hijo ¿ves?, no hay que desistir, merece la pena intentarlo, tener fe, porque por pequeña que sea, siempre existe la posibilidad de encontrar lo que buscas. Pero no, el indio no apareció. Así que cuando mi hijo rompió a llorar, le dije: de todos modos no hay que desistir, merece la pena intentarlo, tener fe, porque por pequeña que sea, siempre existe la posibilidad de encontrar lo que buscas.

Y le recordé que el verano pasado fue él quien encontró en la arena una pulserita que su hermana había perdido el día anterior.

13/12/19

5.Puzle

Informa la prensa de que se han hallado fragmentos de avión y restos humanos en el lugar en que desapareció la aeronave militar chilena que viajaba a la Antártida con 38 personas abordo. Creo que antes o después terminarán atando cabos.

12/12/19

4.Banksy

La última de Banksy ha sido pintar unos renos alzando el vuelo, de manera que el vagabundo que dormita en un banco al lado del grafiti pase por ser un demacrado Papá Noel. La imagen, no puede negarse, es potente e ingeniosa. Tan potente e ingeniosa como para ganar quizá un León en Cannes, no sé si realmente para ser arte o, como pretende, denuncia social. Critica el consumismo navideño en tiempos de desigualdad, todo un cliché a estas alturas, y lo hace en un barrio repleto de joyerías, cuyos dueños no pueden estar más felices,  pues cuentan ahora con otro atractivo junto a su escaparate, y en el momento más propicio.

Por otra parte, Banksy resulta bastante ñoño y cándido, irritantemente cándido, diría, cuando agradece en un tuit a los ciudadanos de Birmingham que dieron de comer y beber al vagabundo sin pedirlo siquiera. Veamos, los ciudadanos de Birmingham le han dado de comer y beber al vagabundo junto a un grafiti de Banksy y que protagoniza un vídeo viral, dan de comer y beber al vagabundo que se ha convertido en obra de arte, o al menos, en espectáculo, y en el remedio más inmediato para el lavado de conciencias. Pero mientras los ciudadanos de Birmingham y el propio Banksy regresan a casa con una sonrisa y el vello erizado poseídos por el espíritu de Frank Capra, me pregunto cuántos vagabundos dejarán atrás. 

11/12/19

3.Listas

Llega el momento de las listas de los mejores discos, las mejores películas, los mejores libros, del año. ¿Por qué no, ya que estamos, una lista de las mejores listas?

10/12/19

2.Trail

Correr por la montaña es más que correr, la mente no puede permitirse aislarse del paisaje, quedarse en suspenso. Se ve obligada a conectarse al entorno, a aflorar y entrar en contacto con el terreno como la suela de las zapatillas. Una dinámica tan calculada como instintiva, si es eso posible. Qué roca pisas, qué roca evitas, cuándo saltar, cuándo empujarse hacia adelante, cuándo frenar, cuándo mirar un segundo de reojo la imponente cordillera nevada de la sierra de Gredos.

9/12/19

1.Guionista onírico

La directora del coro me había regañado por no saberme cierta sección de piano (sic) y me invitaba a practicar entre bambalinas mientras todos los demás celebraban el ensayo general. Todo eran inconvenientes. Para empezar, había dos o tres pianos de cola, y no sabía cuál elegir. Pensé en uno cerrado para molestar menos a los demás, pero justo ese estaba a oscuras, mientras que el que estaba abierto se hallaba justo bajo un foco de luz, así que dediqué un buen rato y no pocos esfuerzos a cambiar de lugar los pianos. A pesar de haberme colocado bajo el haz de luz, seguía sin ver bien el teclado y la partitura, de manera que recorrí la sala en busca de interruptores y los fui pulsando al azar, lo que provocó que se encendiesen unas enormes pantallas con las noticias a todo volumen. Conseguí mutearlo antes de que entrase nadie a llamarme la atención. Cuando por fin estaba ya sentado al piano, me di cuenta de que no veía nada, las notas no eran más que manchas informes. Busqué las gafas. Estaban empañadas. Las limpié. El pasaje, aunque corto, unos tres compases, me resultaba complicado de entender. Necesitaba un lápiz. Por suerte, llevaba conmigo el portaminas, pero no estaba bien afilado. Le saqué punta y la mina se rompió. Me desperté sin haber tocado una sola nota.

5/12/19

5.Agenda setting

El agenda setting se está intensificando de tal modo en nuestra sociedad que ya no es suficiente eso, colocar sobre la mesa los temas en los que debe pensar la gente, sino que pasan a ser ya temas según los cuales debe vivir la gente. Es la tematización de nuestras vidas. La parquetemización de nuestras vidas. Este mes hay que salvar al mundo de nosotros mismos, así que ahí están las interminables tertulias sobre el cambio climático, las entrevistas a científicos que alertan del fin del mundo, los reportajes de dietistas que nos recomiendan comer menos ternera para reducir nuestro impacto en la naturaleza, los concursos sobre vivir sin plástico, el autonombramiento de Madrid como green capital, y hasta los sucesos relacionados con el asunto, como el de un anciano que murió el otro día al intentar recuperar la basura, que había tirado en el contenedor equivocado, y terminó cayendo de cabeza, pateando el aire hasta que le dio un ataque cardíaco. Y en este parque temático hay que usar bolsas de tela, categorizar nuestros residuos, manifestarse cada viernes en la puerta del sol e ir en bicicleta al trabajo, aunque esté en la otra punta de la ciudad.

Se puede decir que yo ya estaba sensibilizado con el tema desde hace unos años, pero aun así,  el ambiente que genera este avasallamiento me resulta absolutamente irrespirable. Pasa el carro para salvar al planeta, y solo puede uno subirse a él con urgencia y sin cuestionamientos de ninguna clase, o ser arrollado y acabar en el infierno, porque, como es obvio, se trata aquí de una cuestión moral. Y el que va a la compra con su bolsa de tela es bueno, es puro. Y los demás, no.

Hace unos meses, la tematización era la lucha contra el heteropatriarcado. Había que hablar de feminismo las 24 horas del día, comprar cuentos infantiles únicamente protagonizados por niñas, leer libros escritos por mujeres, reivindicar las figuras femeninas ignoradas por el falocentrismo, soportar libros y series y películas que muestran la verdadera sensibilidad femenina, que al parecer estuvo siempre oculta, y que es idéntica precisamente a aquella que siempre se criticó en los hombres, la obsesión por el sexo y la relativización del vínculo filial, y  nos tocaba también a nosotros confesar a diario nuestros pecados, claro, nuestros micro-machismos, e inventar un idioma nuevo que tratara a todes por igual, por absurdo que resultase. Pero como bien apuntaba en un artículo Alberto Olmos, parece que el heteropatriarcado ha sido vencido al fin y nadie nos ha avisado.

Dentro de dos meses, cuando hayamos salvado al mundo del apocalipsis, no sé cuál será el siguiente tema, pero ahora mismo, cada vez que mencionan el cambio climático, me dan ganas de incendiar el Amazonas.

4/12/19

4.Un día en la biblioteca

Me quedaba cerca del lugar en que tuve una reunión hoy, así que me decidí de una vez a visitar la biblioteca nacional. Control de seguridad, pegatina en la solapa, cola para que me atiendan en la sala de información. Yo realmente solo quería acceder a la sala de lectura, pero la señora que me atendió estaba al parecer deseosa de que yo me hiciera el carné, y no uno cualquiera, sino el de investigador. ¿Tiene usted algún libro publicado? Y resulta que eso le abre a uno las puertas para manosear los manuscritos de santa Teresa o de Juan Ramón Jiménez. Me han hecho el carné, en el que figura una foto casi robada (no me dio tiempo, o me dio vergüenza, quitarme las gafas, así que salgo con ellas, mi primera foto oficial con gafas), cambio de pegatina, mochila y abrigo en una taquilla a cambio de 1 euro. Antes de entrar en la sala de lectura he mostrado mis pertenencias, en una bolsa de plástico, y han prestado especial atención a un cuaderno en el que garabateo un poco de todo y mis hijos juegan al ahorcado. Me he dado un paseo por la sala de lectura, imponente, como de thriller político, de  informe pelícano. Me he sentado en uno de los escritorios a echar un vistazo a mi cuenta de instagram. He salido de ahí, en el puesto de seguridad otro agente me ha vuelto a revisar el cuadernillo. He decidido subir a la sala de prensa, pero antes me ha interesado la planta 2. Le di al ascensor pero no respondía . Luego descubrí que no se movía porque ya me encontraba de hecho en la planta segunda. He subido, ahora sí, a la cuarta planta, la sala de prensa. Me he encontrado con un baño y he aprovechado para echar una buena meada. He ojeado las revistas. Me leí un par de artículos  de la revista Claves. Descendí hasta la planta 2. Fui haciendo fotos aquí y allá, mirando por todas las ventanas, pensando en alimentar mi cuenta de instagram. Se me ocurrió pasar al otro ala del edificio, en el que recordaba que se hallaba la cafetería. En el puesto de seguridad otro agente, cómo es posible, un tercer agente en el mismo puesto en menos de una hora, me revisa el cuadernillo. Paso al otro ala, en cuya entrada hay, por supuesto, un nuevo control. Me revisan el cuadernillo. Y cojo el ascensor hasta la cafetería, fantaseando con tomar un café en un lugar secreto y negado para la mayoría de madrileños. Me quedo allí lo justo para que se me impregne en la ropa el olor a calamares de hospital, cojo el ascensor de regreso. La misma agente me revisa de nuevo el cuadernillo. Abandono el edificio. En la escalinata, fotografío la escultura de Alfonso x el sabio de espaldas.

3/12/19

3.Género

Hay en la librería La Central toda una pared en la que se exponen libros infantiles de temática feminista, cuentos protagonizados por niñas, biografías de inventoras y de aventureras, como hay otra pared cubierta de libros de temática ecologista, y otra de libros con mapas, mitos y fauna de todos los continentes. El feminismo ha terminado por convertirse, según parece, en un género literario. ¿Sería esa la igualdad de género que reivindicaba?

2/12/19

2.

Ni yo mismo sabía ayer noche, esta mañana al desayunar, al volver de dejar a los niños en el colegio, que iba a pasar el día viendo vídeos sobre cómo pintar a la acuarela. Imprevisible como las manchas de pigmento dejadas por una gota de agua.

1/12/19

1.Sobremesa

Comida de Navidad el otro día con gente de la televisión para los que suelo trabajar, y en cierto momento, ya durante la sobremesa, cuando gran parte de los comensales pasaban frío y se empapaban bajo la persistente llovizna con el objetivo de fumarse un cigarrillo, quedamos a la mesa cinco o seis hombres, y el tema de conversación creo que hace veinte años, tal vez incluso una década, habría resultado tan sorprendente que habría podido pasar por un gag, porque esos hombres no hablaban de otra cosa que de sus hijos, de cómo dormían, de sus monerías más destacadas, de si comían o no un poco de todo.

29/11/19

5.Ghostbusters

Las cuadrillas de jardineros municipales, con sus sopladores de hojas parecen los mismísimos cazafantasmas. ¿Serán conscientes de ello? ¿Habrán jugado alguna vez a que las hojas que revolotean a su alrededor son entes ectoplasmáticos? Me dan ganas de acercarme un día y ponerles a todo volumen el tema principal de la película.

28/11/19

4.Micción sincronizada

No tengo claro si me divierte o me inquieta comprobar que en numerosas ocasiones los vecinos de arriba tiran de la cadena al mismo tiempo que yo.

27/11/19

3.Calles

Ha sido mi hija de 6 años la que me ha hecho plantearme esto, al anunciar la voz grabada del autobús que la siguiente parada era "Duquesa de Parcent", y entender ella sin embargo "Croqueta de paté": entre la nomenclatura con carga histórica, geográfica e ideológica, y la fría numeración del urbanismo americano, hay todo un espacio lleno de creatividad y alegría que ninguna ciudad parece querer explorar. Quizá no entre ambas opciones, sino completamente fuera de esta dicotomía habitual.  Yo personalmente, antes que circular por una calle dedicada a una duquesa que financió el golpe franquista, o que fue fusilada por el franquismo, o que organizó veladas con los artistas del siglo XIX, el XX o el XXIII, prefiero con mucho ir dando saltitos por la calle de la Croqueta de Paté.

26/11/19

2.Revolucionarios

Estos días están muriendo personas en las revueltas de Chile, de Venezuela, de Bolivia, de Hong Kong, lo que genera una disonancia semántica de altura, pues tanto aquí como allá se usan las palabras "represión", "golpe de estado", "fascismo", "libertad", y convierte a los rebeldes instagrammers de Cataluña, de Europa, en participantes de un juego de rol promovido por algún gurú del coaching personal, en usuarios de un servicio de experiencias, en protagonistas heroicos y ridículos de una revolución acolchada, un escape room nacional en el que aunque no encuentren la llave al final les abrirán la puerta.

25/11/19

1.

¿Qué significa esa numeración? El objetivo era señalar un antes y un después, dividir dos mitades de mi vida, la de antes, en la que reinaba el capricho, la pereza, y la de después, gobernada por la constancia, la disciplina. Sin embargo, pronto me traicioné a mí mismo, y comencé a saltarme días, a dejar días vacíos. ¿Qué pasó o qué pensé en esos días? ¿Nada digno de mención o quizá todo lo contrario? Ya nunca se sabrá. Y esos números mienten porque aseguran que entre el 9 y el 10 no pasó nada, que hay una continuidad, y sin embargo, basta echar un vistazo a las fechas para comprobar que hay ahí agazapadas dos semanas enteras.

Me voy conociendo a mí mismo, y parece evidente que la constancia no es una de mis virtudes (¡tener tantas y que ninguna sea esa!). En cualquier caso, la determinación, mi firme determinación de hoy, es que la progresión numérica pueda continuar siempre y cuando responda a una rutina diaria, sellar cada giro terráqueo con un post. A partir de ahora, saltarse un día sería volver a empezar , caer de nuevo en la casilla 1.

5/11/19

10. Cosas raras

Uno ve a diario cosas raras, una china bailando sola en el parque, un galgo al que le falta una pata, una señora caminando de espaldas, dos personas con la mano derecha escayolada que coinciden de manera casual en el ascensor, y sigue con su vida como si nada.

18/10/19

9.El vacío

Varios días sin pasar por aquí dejan un vacío entre posts, o quizá no, porque no se percibe apenas ya, realmente lo aplastan hasta hacerlo indistinguible del espacio entre dos posts escritos el mismo día, pero si en el futuro alguien lee esto, constatará el salto en el calendario y quizá concluirá que en esos días no sucedió o no se pensó nada digno de ser señalado. Ni yo mismo sé muy bien qué hice o qué pensé, lo que me lleva a preguntarme, como se preguntó alguien sobre los árboles que caen en el bosque sin que nadie los vea, si en verdad existe lo que no se escribe.

9/10/19

8.Cuéntame tu historia

En el sueño terminaba no sé muy bien cómo en el asiento trasero del coche de un oficial nazi (era un sueño bélico). Supongo que yo era su prisionero. Pero el nazi lo único que quería de mí era, según creo, que le entretuviera durante el trayecto, porque me pedía que le contara mi historia, y daba a entender que si no le parecía lo suficientemente emocionante, me dejaría por el camino (y yo tenía claro que si bajaba del coche sería con una bala en la cabeza). Así que ahí estaba yo, contándole la vida de mis padres, por alargar la historia, procurando generar suspense y que no se me trabara la lengua.

29/9/19

7.Coro

Hay jubilados adictos a los caramelos, madres acompañadas de sus hijas adolescentes, señoras sacadas de un cóctel diplomático, padres jóvenes desenterrando viejos sueños. Y todos cantan. Todos cantamos. Muchos no demasiado bien, pero de cuando en cuando, las ideas de Mozart se hacen carne, y siente uno de pronto que se le eriza la espina dorsal, y es como ser testigo de un milagro, como ver a un montón de náufragos en una isla desierta que han logrado construir una catedral.

23/9/19

5.Duelo

Sucedió algo que me recordó a una idea que tuve hace años para un cuento en el que dos mendigos coincidían de manera casual en el mismo vagón de metro, solo que hoy se trataba de dos músicos ambulantes. Un anciano con guitarra española amplificada, y la cara, por qué no decirlo si así era, de Nicanor Parra, y un brasileño armado con un ukelele y un sombrero de pescador. Automáticamente, el brasileño se ha esfumado y ha hecho aparición en el vagón contiguo, pero claro, se le seguía oyendo, y cuando acabara de tocar pediría una ayudita a la misma gente, a los mismos espectadores del experimentado y errático guitarrista. Y era fascinante ver la mirada láser de Nicanor, su odio calcinándolo todo como lava,  mientras su guitarra entonaba no se sabe si de manera irónica la melodía principal de Love Story.

22/9/19

4.La rueda

Hace unos años tan solo podía escucharse habitualmente como crítica durísima, un tanto hiperbólica incluso, para señalar la incapacidad de un hombre, la frase "Este no sabe ni cambiar una rueda". Y ayer mismo me preguntaba cuántos hombres la sabrán cambiar en estos tiempos, o sabiendo, se decidirán efectivamente a hacerlo, pudiendo marcar un número y que un profesional se arrodille por ellos.

21/9/19

3.El sudor de la frente

Tras una semana intensiva de networking, de llamadas y correos lanzados al aire como esporas, de cálculos e hipótesis sobre el futuro inmediato de mi cuenta corriente, de análisis nocturnos del abanico de taereas que podría desempeñar a cambio de la mayor cantidad de dinero posible, constato esta certeza: buscar trabajo cansa más que trabajar.

17/9/19

2.Pedantes

La pedantería tiene también, como todo, sus grados. Uno puede resultar pedante porque maneja referencias que a su interlocutor le son desconocidas, pero lo que es inaceptable es que le sean desconocidas al que hace ostentación de ellas. Hablo de ese pedante de saldo que sin haber leído jamás a Brecht, lo cita, y se queda en el célebre "Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles", cita que a casi todos les llegó a través de Silvio Rodríguez, y que sin duda puede ser vistosa, pero dicha ante un lector habitual de Brecht genera más bien sonrojo porque resulta obvio que el que la dice se quedó a las puertas del palacio y finge que es de su propiedad. Todo lo cual viene a colación de que ayer mismo andaba pensando un texto para mi curriculum y me pareció que sería buena idea parafrasear precisamente estos versos de Brecht.

16/9/19

1.La palabra

Lúcido comentario de una niña de unos diez años a su madre a propósito del colegio al que va una amiga: Allí no hacen exámenes. Bueno, sí que hacen, pero no les dicen la palabra para que no se preocupen.