9/10/19

8.Cuéntame tu historia

En el sueño terminaba no sé muy bien cómo en el asiento trasero del coche de un oficial nazi (era un sueño bélico). Supongo que yo era su prisionero. Pero el nazi lo único que quería de mí era, según creo, que le entretuviera durante el trayecto, porque me pedía que le contara mi historia, y daba a entender que si no le parecía lo suficientemente emocionante, me dejaría por el camino (y yo tenía claro que si bajaba del coche sería con una bala en la cabeza). Así que ahí estaba yo, contándole la vida de mis padres, por alargar la historia, procurando generar suspense y que no se me trabara la lengua.

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