12/12/19

4.Banksy

La última de Banksy ha sido pintar unos renos alzando el vuelo, de manera que el vagabundo que dormita en un banco al lado del grafiti pase por ser un demacrado Papá Noel. La imagen, no puede negarse, es potente e ingeniosa. Tan potente e ingeniosa como para ganar quizá un León en Cannes, no sé si realmente para ser arte o, como pretende, denuncia social. Critica el consumismo navideño en tiempos de desigualdad, todo un cliché a estas alturas, y lo hace en un barrio repleto de joyerías, cuyos dueños no pueden estar más felices,  pues cuentan ahora con otro atractivo junto a su escaparate, y en el momento más propicio.

Por otra parte, Banksy resulta bastante ñoño y cándido, irritantemente cándido, diría, cuando agradece en un tuit a los ciudadanos de Birmingham que dieron de comer y beber al vagabundo sin pedirlo siquiera. Veamos, los ciudadanos de Birmingham le han dado de comer y beber al vagabundo junto a un grafiti de Banksy y que protagoniza un vídeo viral, dan de comer y beber al vagabundo que se ha convertido en obra de arte, o al menos, en espectáculo, y en el remedio más inmediato para el lavado de conciencias. Pero mientras los ciudadanos de Birmingham y el propio Banksy regresan a casa con una sonrisa y el vello erizado poseídos por el espíritu de Frank Capra, me pregunto cuántos vagabundos dejarán atrás. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario